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Rasoterra - agricultura orgánica regenerativa en el valle del Aso

Echoes of the Journey: ¿Qué es “Rasoterra” y cómo nació?
Yuri Marchioni: “Rasoterra” es nuestra finca, fundada hace 10 años en el valle del río Aso, en la región de Le Marche, Italia. Antes de iniciar este camino, yo vivía en Milán y tenía un estilo de vida completamente distinto. Cuando conocí a mi pareja, Isabella y empezamos a pensar en formar una familia, comenzamos a experimentar la producción de nuestro propio alimento en un huerto orgánico comunitario, primero para nosotros y luego para nuestras familias. Cuando logramos auto-producir todas las verduras que consumíamos en un año, pensamos: ¿por qué no hacerlo como un trabajo? Y así comenzó a crecer nuestra idea, que hoy en día es nuestra empresa familiar.
A la fecha, proveemos verduras a tiendas y restaurants locales, algunas tiendas a gran escala y unas cincuenta familias, que es nuestro objetivo: proveer a las familias y negocios locales y ganar un salario honesto cultivando de manera consciente.
EJ: ¿Qué tipo de agricultura practican en Rasoterra? Sería justo llamarla orgánica o biológica?
Y: A nosotros nos gusta llamarla agricultura “orgánica regenerativa” aunque lo cierto es que tomamos distintas influencias. De la agricultura convencional con la que comenzamos, y que poco tiempo después nos dimos cuenta no era el camino correcto, pasamos a la sinérgica y luego a la orgánica. Gracias a la ONG DEAFAL con su lema “Regenerar la tierra para regenerar la sociedad” descubrimos la agricultura orgánica regenerativa y hoy en día basamos nuestro trabajo en sus principios. Personalmente me inspiro en mi relación con la tierra, con la naturaleza y por supuesto en mi experiencia de varios años como agricultor.
Una de las cosas más hermosas que nos enseñó la agricultura orgánica regenerativa fue producir nosotros mismos todos los nutrientes que nuestras plantas y el suelo pueden necesitar.
EJ: ¿Nos puedes contar un poco más de qué se trata la agricultura regenerativa?
Y: La regeneración comienza con entender el tipo de terreno. Cuando comenzamos a trabajar, nuestro pequeño terreno de aproximadamente 1 hectárea no se había cultivado durante varios años. Al hacer un análisis, encontramos que tenía una sustancia orgánica del 2%, que no es en absoluto comparable con un sistema natural. Esto nos hizo comprender el daño que sufre el terreno cuando se lo trabaja en exceso y usando demasiados productos químicos; falta la sustancia orgánica que es la base de todo el sistema biológico.
En nuestro valle existe una agricultura convencional donde se cultivan las mismas hortalizas durante 10 años. Esto solo es posible dando a la planta nutrición química y, por lo tanto, matando el sistema del suelo.
En cambio, la agricultura regenerativa propone que, cultivando el terreno de una manera consciente y responsable, el suelo se regenera. Al mismo tiempo que tomamos tierra, también la damos. ¿Cómo lo hacemos?
Utilizando los cultivos de cobertura que nutren el suelo, utilizando fertilizantes biológicos elaborados a partir de materia orgánica, con un procedimiento adecuado restauramos la vida microbiana del suelo, tratando de aumentar su vitalidad. Básicamente, los microorganismos descomponen la sustancia orgánica y luego la sustancia orgánica “proporciona nutrientes” a las plantas. En otras palabras, un aumento en la sustancia orgánica es eventualmente un aumento en la vitalidad del suelo, que es lo que interesa a quienes hacen agricultura que no depende de la química.
EJ: ¿Cuál sería entonces el ciclo natural de los cultivos en comparación con el sistema donde se cultivan las mismas hortalizas durante 10 años, como mencionaste?
Y: En mi opinión, creo que no es correcto usar la palabra natural para la agricultura, aunque sea de la manera en la que trabajamos nosotros, porque lo natural sería el bosque o la selva, donde la intervención humana o mecánica no está presente. Podemos decir que nuestro enfoque se asemeja más a uno natural.
Volviendo a tu pregunta, a nivel agronómico, el ciclo natural consistiría en la denominada rotación de cultivos. En nuestro caso, se trata de un ciclo basado en tres o cuatro tipos de plantas, comenzando por las leguminosas que aportan nitrógeno y que utilizamos como cultivos de cobertura. Es importante mencionar que las legumbres que se utilizan como cultivos de cobertura para aportar nitrógeno al suelo no son legumbres que produzcan hortalizas para nuestra dieta. Después de los cultivos de cobertura, procedemos con los tubérculos (patatas, zanahorias, etc.), luego hortalizas de flor (coliflor, brócoli, etc.) o frutas (tomate, pimiento o berenjena) y, por último, vegetales de hoja (como varios tipos de lechuga, acelga y achicoria).
Todos ellos luego se dividen entre consumidores bajos y altos (de materia nutritiva). Las hortalizas de flores y frutas son predominantemente grandes consumidores de nutrientes, mientras que las hortalizas de hoja son bajos consumidores. Entre los ciclos aplicamos cultivos de cobertura para proteger el suelo, como ocurre en el bosque. Esto evita que los agentes atmosféricos degraden la tierra. Un terreno con raíces y follaje es un suelo más protegido y más húmedo, que conserva más fácilmente la materia que lo nutre.
EJ: ¿Y cómo comienza entonces el proceso de cultivo en Rasoterra?
Y: Todo comienza con el tratamiento del suelo. Lo que hacemos es dividir nuestra tierra en lotes estandarizados. A nivel natural, la estandarización no existe, pero a nivel de agricultura orgánica debe existir simplemente para facilitar la vida y el trabajo del agricultor. Esto quiere decir que, si tengo dos o tres hectáreas de terreno, puedo dividirlas en 15 o 20 lotes todos del mismo tamaño, y esto representa una estandarización que a nivel práctico logra facilitar mi trabajo. Puedo mover los sistemas de riego sin tener que cambiarlos porque todo es igual, si voy a fertilizar con compost la cantidad es igual para todos los lotes, si planto una planta en varios lotes sé que la cantidad de plantas en una fila siempre es igual para todas las filas, por lo que me facilita el trabajo en ese sentido.
Dividimos nuestro terreno cada año en lotes de igual tamaño, después de lo cual cada lote recibe la misma cantidad de compost, que sería la principal materia orgánica en la fertilización de nuestro suelo. Suelen ser 300 quintales (100 kilos) por hectárea. El compost se introduce dos o tres meses antes de introducir el cultivo, por lo que es mineralizado por los microorganismos que viven en nuestro suelo, que a su vez ponen estos minerales a disposición de las plantas.
Luego comenzamos con la introducción y rotación de cultivos que comentábamos antes. Con lo cual, si primero colocamos una planta que es un gran consumidor en un lote, luego intentamos poner una de bajo consumo o un cultivo de cobertura, o bien dar un descanso al terreno si es posible.
EJ: A menudo existe confusión entre los términos utilizados para describir este tipo de agricultura. ¿Cuál es la diferencia entre agricultura biológica, orgánica y regenerativa?
Y: Creo que la diferencia existe sobre todo en Italia y en el idioma italiano. El término “orgánico” en inglés sería el equivalente a “biológico” en italiano, es decir, un producto certificado por un organismo estatal que garantiza que no contiene productos químicos. Sin embargo, esto no certifica que la verdura sea nutritiva. Muchas verduras pueden contener cantidades muy altas de agua o azúcar, pueden no tener suficientes minerales y, por lo tanto, no nutren a la persona. Entonces, la agricultura biológica certifica que no se usan productos convencionales, que se usan plantas orgánicas, pero no garantiza el nivel nutritivo de los alimentos.
En nuestro caso, al distribuir dentro de nuestro valle, no necesitábamos una certificación nacional. Nuestros clientes nos conocen y saben qué producimos y cómo lo producimos. Por lo tanto, nos “auto-certificamos” de alguna manera.
Para nosotros el hecho de producir alimentos sin el uso de químicos que nutren verdaderamente a la persona representa la normalidad. Y por eso nos identificamos con el enfoque de la agricultura orgánica regenerativa, sus técnicas y toda la metodología desarrollada por Jairo Restrepo Rivera que hemos estudiado y aplicado. La base de la agricultura orgánica regenerativa es la vitalidad del suelo.
Por ejemplo, a partir de la técnica del análisis químico-físico del suelo, comenzamos a implementar métodos para incrementar ciertos minerales y aumentar la materia orgánica, porque entendimos que a largo plazo cualquier problema en el suelo se resuelve aumentando la vida microbiana y la sustancia orgánica. A partir de esta base comenzamos a introducir harinas de roca y minerales que no estaban presentes en nuestro terreno, para asegurarnos de que las verduras estén llenas de los minerales que, en consecuencia, nutren a la persona.

Jairo Restrepo Rivera es uno de los creadores del concepto moderno de agricultura orgánica regenerativa. Ha publicado más de 15 libros sobre agricultura orgánica, entre los que se encuentra “El ABC de la agricultura orgánica y regenerativa – Manual práctico”, mencionado por Yuri. Ha trabajado con ONU, UNESCO, FAO; ha enseñado en casi 40 universidades en 52 países de todo el mundo. Más sobre su trabajo puedes leer en esta entrevista
EJ: ¿Podemos decir que la agricultura convencional no tiene en cuenta la calidad del suelo?
Y: Podemos explicarlo mejor con un ejemplo: la agricultura convencional se basa en el uso de fertilizantes de tres minerales principales: nitrógeno, fósforo y potasio. Las plantas, como los seres humanos, se nutren de lo que comen, y si comen solo esos tres minerales serán mucho más susceptibles a muchas enfermedades, muchos ataques de insectos u hongos que pueden tener un poder destructivo. Entonces, si le damos a la planta un suelo vivo con una variedad de minerales disponibles, un bio-fertilizante con micronutrientes y la planta puede tener los minerales cuando los necesita, entonces crece mejor, puede defenderse y sentirse saludable sin la necesidad de sustancias químicas adicionales.
EJ: Mencionaste anteriormente que todo lo que necesitamos para nutrir la tierra y las plantas se puede producir de forma natural. Si efectivamente esto es así, ¿por qué no existe una producción masiva o industrial de estos materiales, y se limita a producciones pequeñas y familiares?
Y: Es una pregunta difícil que no puedo responder concretamente porque no tengo experiencia con producción a gran escala. Pero, según lo que sé y mi experiencia en nuestro valle, si todas las empresas fueran pequeñas productoras con métodos naturales, no habría problema de producir todo orgánicamente. Pero cuando pasamos al tema de las grandes fincas con muchas hectáreas cultivadas, o el monocultivo, es muy difícil, porque el monocultivo siempre trae muchos problemas. Lo que hemos visto que funciona y lo que tenemos aquí es una pequeña finca orgánica.
Sin embargo, si hablamos de extensiones como las de Estados Unidos donde hay cultivos de millones de hectáreas, no podría decirlo porque no tengo experiencia con este tipo de agricultura. No sé si el tipo de agricultura ecológica que hacemos aquí se puede hacer en las dimensiones presentes allí. Sé que, por ejemplo, Jairo lo está haciendo en Sudamérica con fincas de muchas hectáreas y está intentando hacer funcionar el enfoque orgánico regenerativo allí.
EJ: ¿Qué significa ser los custodios de la cebolla rosa plana de Pedaso? ¿Cuál es su relación con la red de Slow Food?
Y: Este también es un discurso relacionado con la agricultura moderna y las formas de cultivar los vegetales. ¿Por qué? Porque los grandes productores, las multinacionales, deciden no sólo el tipo de hortaliza que producen y venden, sino también las semillas que utilizan. Luego, también son ellos los que producen los pesticidas y otros materiales que se utilizarán para tratar a las plantas.
Nosotros queríamos salir de ese circuito y, para ser verdaderamente autosuficientes, queríamos reapropiarnos de esas semillas que siempre habían sido cultivadas por nuestros abuelos, nuestros mayores. Poco a poco empezamos a adaptarnos a esto, primero con tomates, y luego encontramos la cebolla rosa plana de Pedaso.
Volviendo a la pregunta, un joven que formaba parte de la asociación donde Isabella y yo estábamos, entendió nuestra idea y concepto de re introducir semillas locales y nos contó la historia de esta cebolla; su abuelo tenía aún semillas de esta cebolla que se cultivó en estos lares en la década de 1930. Esto nos interesó mucho, con lo cual nos informamos mejor de toda la historia gracias a la administración municipal, y comenzamos a reproducir todas las semillas que teníamos de la cebolla.
En los ocho años desde que comenzamos, gracias también a las otras tres empresas que participaron en este proyecto, hemos introducido la cebolla rosa plana de Pedaso en la zona de Pedaso y la costa adriática del sur de la región Le Marche. Hoy podemos decir que hemos recuperado una semilla que estaba casi olvidada, que era característica de nuestro territorio, y que ahora producimos y comercializamos nuevamente.
En cuanto a Slow Food, nos complace decir que nos unimos a la comunidad de Slow Food el pasado mes de diciembre. El presidio Slow Food es un proyecto de este año, pero se detuvo por un período debido a la crisis del Covid-19. Finalmente, reiniciamos con el proyecto en la segunda mitad del año y el reconocimiento ha llegado ahora.
Slow Food ha realizado los controles de las cinco empresas que hoy producen la cebolla rosa plana de Pedaso, todas pequeñas y sin el uso de productos químicos. Este importante logro nos ayudará a difundir aún más esta semilla y nuestro trabajo.
Schola BnB
El más reciente proyecto dentro de Rasoterra es Schola Bnb. Sobre esta iniciativa hablamos con Isabella, esposa de Yuri y socia de Rasoterra.
EJ: ¿Qué es Schola BnB y qué actividades ofrece?
Isabella Cocci: Nuestro objetivo es que Schola BnB sea un recorrido experiencial de vida rural sostenible, donde compartamos nuestra vida cotidiana. Esta historia no sería posible sin la hospitalidad y sin “pasar tiempo” en la escuela. Solo quedándose aquí unos días y viviendo con nosotros, se puede entender qué es la vida rural sostenible.
Partiendo de esta idea, decidimos ofrecer este recorrido que comienza con la hospitalidad desde nuestra casa o, para ser más precisos, desde la escuela.
La elección del nombre fue fácil ya que nuestra casa en el pasado era la escuela local y siempre se ha conocido como “la schola” que, en el dialecto local, en latín y también en griego significa escuela o lugar dedicado al tiempo libre. Nos gustó como palabra porque explica muy bien lo que queremos ofrecer aquí: un lugar donde puedas aprovechar mejor tu tiempo libre, dedicándolo a experimentar un estilo de vida sostenible, a la experiencia rural, a los talleres sobre diversas actividades que dos agricultores realizan en su vida cotidiana durante todo el año.
Las actividades también incluyen cursos de formación con DEAFAL sobre los temas que tratamos en nuestros talleres y también sobre construcción usando materiales naturales, ya que soy arquitecta.
Además de las actividades que realizamos en la finca, nuestra idea es también proponer un itinerario vivencial a todos aquellos que opten por acercarse a nuestra filosofía, para conocer este territorio a través de actividades similares, visitas a otros productores agrícolas, a los Montes Sibilinos, o viajes. al mar para conocer el mundo de la pesca.
EJ: ¿Están involucrados en otras redes locales?
I: Sí, somos parte del Ecomuseo del valle de Aso, del PIL (Proyecto Integrado Local) y estamos conectados con Rizomi – red de tierras fértiles, que representa una red que “aloja” dentro de ella a varias empresas del territorio con el objetivo de crear una cadena de suministro, difundiendo productos y conocimiento en áreas como la agricultura, fitoterapia, cosmética natural, etc.
Con el proyecto PIL trabajamos en el desarrollo de un itinerario para familias que se puede realizar en bicicleta donde hay varios puntos de parada, uno de los cuales puede ser nuestra finca. Distintos tour-operadores y asociaciones locales están involucrados en el proyecto, y todo comenzó con el proyecto de construcción de una ruta ciclista que atraviesa todo el valle del río Aso.
EJ: ¿Cuándo planean abrir las puertas de la Schola BnB para los visitantes y cómo pueden los interesados saber más de la iniciativa?
I: Esperamos abrir en la primavera de 2021 y el mejor contacto podría ser a través de nuestro sitio web oficial o a través de las redes sociales que incorporaremos próximamente.